jueves, 20 de noviembre de 2008

El paraíso descubierto por Mourelle


El Reino de Tonga es un pequeño país ubicado al este de Australia y al noreste de Nueva Zelanda, al sur del Océano Pacífico. Las islas Tonga fueron colonizadas por seres humanos hacia el siglo XIII a.C., tras la gran expansión en la que los pueblos del sureste asiático emigraron a través del Océano Pacífico hacia el este y a través del Océano Índico hasta Madagascar y África oriental hacia el oeste.
Estos polinesios trajeron consigo perros, cerdos, pollos, cerámica, agricultura (en especial cultivo de raíces) y, obviamente, barcos. Se expandieron con rapidez por el conjunto de las islas Tonga. Según la creencia popular, el reino de Tonga sería, de entre las islas de la Polinesia, el primer grupo ocupado por el hombre en la Prehistoria. Más recientemente, aunque siempre antes de la llegada de los europeos, las islas tenían una densidad de población que oscilaba entre los sesenta y los setenta y cinco habitantes por kilómetro cuadrado.
En Tonga se pueden encontrar los restos arqueológicos más antiguos de la Polinesia. Siglos antes de que llegaran los europeos, los tonganos edificaron enormes monumentos. Los más importantes son el Ha’amonga (o Trilithon) y los Langi (sepulcros en terrazas). El Ha’amonga tiene cinco metros de altura y consta de tres piedras calizas, cada una de las cuales pesa más de 40 toneladas. Los Langi son pirámides bajas y muy lisas, con dos o tres niveles, que marcan las sepulturas de los reyes primitivos.
A principios del siglo X se establece una monarquía en Tongatapu, de la que el actual rey se dice heredero. En el siglo XIII, su poder llegaba incluso hasta las islas Hawai.
En el siglo XVIII, Tonga había unificado todas las tribus y había creado un imperio marítimo que incluía las regiones conquistadas de Fiji. Por aquella época, el Imperio de Tonga contaba con una población de unos 40.000 habitantes.
El coruñés Francisco Mourelle, desviado de la ruta tradicional del galeón de Manila a Acapulco, llegó a estas islas en 1781, muy necesitado de avituallamientos y reparaciones. En la primera isla no encontró refugio y la llamó Amargura. En cambio, descubrió un excelente puerto en Vava’u, que aún hoy en día se llama Port of Refuge. Llamó al archipiélago Islas de Mayorga, en honor del virrey de Nueva España, Martín de Mayorga, natural de Barcelona. Al grupo Ha’apai lo llamó Islas Gálvez en honor a José de Gálvez, ministro de las Indias. Gracias a sus informes la expedición científica de Bustamante y Malaspina se detuvo en estas islas.

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