viernes, 19 de diciembre de 2008

Taiwan


El interés de la corona de Castilla por llegar a las Indias y poder explotar y beneficiarse del suculento negocio de las especies llevó a los españoles a explorar y colonizar diversas islas del Pacífico. Las más importantes fueron, sin duda, las islas Filipinas que servirían de base para la expansión española por Asia. Desde allí se comerció con China, Indonesia, Siam, las Molucas y Japón, se intentó la expansión militar por Camboya y China y desde allí se controlaron diversas islas del Pacífico entre las que destacan las Marianas y Carolinas.

Sin duda una de las relaciones comerciales más importantes fue la que se estableció con China y Japón. Pero para llegar allí había que pasar cerca de una gran isla cuya posición era estratégica, la isla de Formosa (actual Taiwan). De ello se dieron cuenta enseguida los holandeses y un poco más tarde los españoles. Fue el comienzo del intento español por colonizar Formosa.

Los portugueses fueron los primeros europeos en llegar a Taiwan en 1582, isla que bautizaron con el nombre de Formosa. Sin embargo serían los holandeses los primeros en colonizar la isla estableciéndose allí en 1625 en la zona sur desde donde pretendían centrar su expansión por Asia. Formosa como base holandesa pasó a ser entonces una amenaza para los intereses de España pues los holandeses se habían convertido en un hostil competidor comercial. El mismo año de 1625 don Fernando de Silva, gobernador de Filipinas, comunicaba al rey Felipe IV la importancia de Formosa para la defensa de Filipinas con lo que se inicía en la práctica la intervención española en la isla.

Pero además de los intereses comerciales, los españoles pretendían llevar a cabo una fuerte labor evangelizadora en la zona (también en competencia con Holanda), sobre todo en China y Japón. Formosa era el perfecto puente de lanzamiento hacia ambas. De hecho, a la solicitud de intervención del gobernador de Filipinas pronto se unió la del dominico Fray Bartolomé Martínez que había llegado allí previamente junto con otros tres frailes con fines evangelizadores.

Finalmente se organizó una expedición que quedó al mando de don Antonio Carreño Valdés. Esta expedición se dirigió la zona noreste de Taiwan para evitar los asentamientos holandeses llegando a la isla el 7 de mayo de 1626. Allí se estableció el primer puerto español que fue llamado La Santísima Trinidad y donde actualmente se sitúa la localidad de Keelung. Para defender este puerto se construyó un fuerte llamado de San Salvador. Poco después de creó un nuevo asentamiento en la localidad de Tamsui donde se edificó otro fuerte llamado Santo Domingo.


Desde ese momento los españoles y los holandeses intentaron expulsarse mutuamente de la isla pero no tuvieron éxito, así que ambas potencias tuvieron que coexistir en Taiwan, los españoles en el norte y los holandeses en el sur.

Una vez establecidos comenzó a desarrollarse una importante labor evangelizadora y comercial en la isla. Respecto a la primera en un principio los españoles fueron cuidadosos en la conversión de los aborígenes pero poco a poco esta labor empezó a realizarse de forma más agresiva (según cuentan las fuentes se llegaron a convertir a 1000 indígenas). En cuanto al desarrollo del comercio, en seguida los españoles fueron transfiriendo a Taiwan algunas de las actividades comerciales que antes realizaban en Manila. Keelung pasó a convertirse en la escala entre China y Filipinas.

Sin embargo este planteamiento se vió pronto obstaculizado por numerosos problemas como fueron los constantes tifones, los enfrentamientos con los aborígenes y holandeses o la presencia de numerosas enfermedades como la malaria. Todo ello fue debilitando la posición española que fue poco a poco reduciendo su presencia en la isla hasta culminar con el abandono de Tamsui en 1638 en un intento por fortalecer su base comercial en Keelung. Viendo este signo de debilidad como una oportunidad, una flota holandesa avanzó hacia el norte en 1642 y se apoderó de Keelung, poniendo fin a la presencia española en la parte norte de Taiwan.

Poco tiempo después, en 1662, fueron expulsados también los holandeses por un ejército chino al mando del pirata Koxingo.

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