miércoles, 2 de diciembre de 2009

"La conquista de China"



Desde los primeros años de la conquista de Filipinas el nombre de China suena, obsesivamente, en todos los estamentos civiles y eclesiásticos. De una parte nos parece normal debido a que gran cantidad de juncos chinos vendían sus mercancías en Manila. Este comercio se intensificó espectacularmente, y su influencia en la sociedad manilense fue más marcada a medida que el tiempo transcurría. La población china de Manila creció de una manera impresionante.

....Por otra parte, el mismo Legazpi, en carta a Felipe II del 23-7-1567, sin fundar todavía la ciudad de Manila, proponía la construcción de naves y “correr la costa de China y contratar en la tierra firme”. Esta propuesta de Legazpi era motivada como consecuencia de las escasas posibilidades de supervivencia que encontró a su llegada a Filipinas

....El mismo año, el Cabildo de México solicitó al rey Felipe II, en carta del 12-12-1567, “repartir la tierra de las dichas islas de Poniente y de la China, perpetuándolas entre los descubridores y pobladores”. Es decir, los intentos de expansión se producían siempre hacia China.

....Fr. Martín de Rada, agustino pionero que viajó en la expedición de Legazpi y Urdaneta, en carta dirigida a Felipe II del 8-7-1569, informándole de las cosas de las Islas, ya habla directamente de la conquista de China: “Si vuestra Majestad pretende la China…” “Tiene necesidad primero de hacer asiento en estas islas” “Aunque la gente de China no es nada belicosa, mediante Dios, fácilmente y con no mucha gente, serán sujetados”. El eclesiástico parece conocer las intenciones del rey e informa de la facilidad de la conquista de China.

....Es decir, existen desde los primeros tiempos de la presencia española en Filipinas una tendencia evidente a mirar hacia China con fines de conquista

En el año 1575 el controvertido gobernador de Filipinas, Dr. Sande, intenta la primera incursión de China aprovechando la llegada a Manila de un comerciante chino, Aumon, que venía persiguiendo a un pirata de su país, Limahong, conocido por los españoles. El Dr. Sande vio una oportunidad de pasar a China y decidió que los agustinos Fr. Martín de Rada y Fr. Agustín de Alburquerque, acompañado de dos soldados españoles viajaran con Aumón a China. Es posible que las intenciones políticas del Dr. Sande fueran la obtención de máxima información de ese país, aunque se disfrazasen de información comercial o embajada política. La intención de los eclesiásticos sería, evidentemente, buscar la puerta de entrada para evangelizar el reino de China, pero se prestaron a ser embajadores “políticos” del gobernador. El fracaso de esta embajada se debió, precisamente, a la falta de tacto político del Dr. Sande.

....Al año siguiente, el mismo gobernador Sande escribe una carta a Felipe II sugiriéndole otra expedición a la conquista de China (ya sin ocultar intenciones) con apoyo de 4.000 ó 5.000 hombres armados con ayuda, incluso, de los japoneses, tradicionales enemigos de China. El rey rechazó este proyecto, si antes no se recaudaba mayor información de China, para lo cual recomendaba, en principio, el estrechamiento de lazos comerciales. Esto parecía significar que no anulaba el proyecto, sino que lo posponía.

....El gobernador Sande muere decapitado en su propio barco por los remeros chinos, en la desgraciada expedición de Borneo.

Con la llegada a Manila del padre Alonso Sánchez, se creó una Junta en Manila para estudiar los resultados de su viaje y se llegó a la conclusión, bien manipulada por el mismo Alonso Sánchez, de que era imposible la evangelización de China sin una protección militar. Los agravios y persecución que sufrió el padre Alonso se consideraron “causa justa de guerra” para la invasión de China y de esta manera justificarla jurídica y teológicamente, de acuerdo con las enseñanzas del Padre Vitoria

....El jesuita Alonso, hombre eficaz y bien preparado intelectualmente pero muy discutido, incluso dentro de la propia Compañía, escribió un informe con intención de entregarlo a Felipe II, en el que proyectaba la empresa china con muchas posibilidades de éxito, contando siempre con el apoyo de 10.000 hombres.

....El informe, fue rechazado por el General de la Compañía de Jesús, padre Acquaviva, quien no estaba de acuerdo con la conquista violenta de China y desautorizó al padre Alonso Sánchez para que hiciese entrega de ese documento a Felipe II

1 comentario:

Monica dijo...

estoy parando en un apartamento en buenos aires y me contaron esta historia, la verdad que me resulta muy interesante la conquista